Remember. Hace tres meses os conté que cuando los jefes de la Asociación decidieron que el decimotercer clasificado escribiría la crónica del torneo, pensé: Paco, congratulations (los que sabemos idiomas …), con tu nivel de juego no vuelves a escribir una crónica en tu vida. Pero llegó la junta anual, pedí salir de rojas, y tras el torneo de Aranjuez, Paco Mora ante el teclado del “ordena”. Lo que parecía imposible se había hecho realidad. ¡Malditas rojas! Lo que no me imaginaba, ni harto de vino, es que en mi décimo torneo haría el doblete, y me tocaría de nuevo volver a ponerme delante del “ordena”. Vamos, que para jodío profeta yo no tengo precio, y voy a escribir más que él “tostao”. Os ilustro. El Tostado fue un obispo ciego, pero que al parecer no paraba de escribir. Si vais por Ávila, en la girola de la catedral podréis ver a al “tostao”, pluma en mano, inclinado sobre un escritorio. Pero volvamos a lo nuestro. Han pasado más de cinco años desde que conocí el Negralejo en un torneo de nuestra Asociación. El campo, tal para cual, pero las instalaciones han mejorado muchísimo y no soy el único que ve para fan de este recorrido atípico (el novato Juan Tarjuelo estaba encantado), que poco tiene que ver con los campos tradicionales en los que solemos jugar. Y eso que mi debut también fue del género jodío profeta: llego a la casa club, pido la tarjeta … y que me den un buggy, y me miran como a un extraterrestre. Con razón. Luego, todo sobre ruedas. Juego con Javier Hernández, trastocado en paciente protector y maestro de los que tenemos hándicap 36. Lo que tampoco me imaginaba (de nuevo, ni harto de vino) es que yo haría más puntos que nuestro vicepresidente, y así él me traspasaba la crónica. Tendré que encargarle un informe al CIS, que creo que son expertos en justificar lo inimaginable. De lo más divertido jugar con Lola Peñalver, es simpática y lo siguiente ¡Esta chica promete mucho! Hay que rifársela. Bea, bien, sólo me regaño cinco o seis veces … comedida. Para terminar, primero, capítulo de jugones. Gerardo Corral, insuperable. Campeón de scratch y en un par tres. Lo de Adriángela, campeona de hándicap, es de matrícula de honor, cada día mejor, aunque parezca imposible. Y de Jesús Pastor habrá que hablar de sus selfies, insuperables, pues en lo del golf ya dejó de ser noticia. Otro par tres a la buchaca, y ya no es que sea un doblete, es que es triplete y todo lo que le sigue. No hay torneo en el que no esté en la lista de ganadores. Y segundo, nuestro agradecimiento a los patrocinadores: TOA y sus maravillosos zapatos de golf (el calificativo es de Bea), o la agencia de viajes MOHA y a la tienda de equipamiento DePique (Bea se ha comprado allí un juego de palos y está feliz). Miguel … he cumplido.