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Crónicas

    • 26
    • 09
    • 2016
  • Crónicas

    Necio a los 20, loco a los 60

por: Laureano Suárez

Y sí… que diría Carlos, 20 años no es nada, o sí, que diría Mariano. Pero lo cierto es que 20 años de golf son muchos: son muchos golpes, unos buenos y otros no pero, seguramente, casi todos ellos nos han hecho disfrutar…Que nadie esboce una sonrisa esquinada, todos sabemos que en este deporte los masoquistas somos legión.

“Sólo un loco celebra que cumple años”, dijo el gran Jorgito Bernard Shaw y tiene razón. Y, en efecto, allí estábamos medio centenar de locos por el golf para celebrar un cumpleaños. Qué digo uno, ¡20 añazos de golf! que son los que los chicos y chicas de RTVE llevan dando palos a la bendita bola (#¶¥ø†ƒ#) por esos campos que diseña el diablo, como todos sabemos.

Por fortuna para todos, hubo fiesta y de la buena. Reunidos y puestos de limpio, pudimos al fin disfrutar de la compañía de los colegas y de algunos ilustres invitados en una cena final en la que, vendido todo el pescado, las sonrisas ganaron por goleada a los mohines. Bailaron las copas y zumbaron algunos dardos, ya se sabe, entre bomberos lo habitual es pisarse la manguera y entre plumillas, regidores o cámaras: ¡¡Acción!! y sálvese el que pueda.

Ciertamente, algunos disfrutaron más. Citemos a Mati Fernández Jarrín, impenitente viajera a la que la fortuna, conocedora de su andarina afición, premió con una suscripción a Tráveler, la revista de viajes de Condé Nast. Y qué decir de nuestro bienamado Pepe Sanjurjo, el flamante presidente de la AEPJG que se llevó una espectacular bolsa de golf. Pepe, lo tuyo no es suerte es costumbre.

Pero… siempre hay un pero, no puedo cerrar esta cronicuela, si la Academia me acepta el neologismo, sin mencionar al señor Doménech, Paco para los amigos. Fue él, sí, fue él el culpable de todo este asunto. Y, por tanto, fue objeto de una justa, grande y prolongada ovación de agradecimiento. Desde el chat hasta el cava, Paco eres grande… y lo sabes. Gracias de nuevo.

Lo cierto es que todos salimos de allí con algo en la mochila o con la mochila misma y con el ánimo exultante: los brebajes del hombre blanco obran maravillas: dilatan las pupilas y borran los rabazos. Y puesto que la mayoría presente éramos lo que piadosamente llamamos “veteranos” y que viejos y jóvenes amamos el golf, se me ocurrió titular remedando a Amandine Aurore Lucile Dupin (tal vez nos “suene” más como George Sand), quién dejó escrito que “el amor que es un necio a los veinte años es un loco a los sesenta”. Además de novelista, es claro que fue una visionaria del golf.