por: José María Sanjurjo

Quizás esta crónica habría que empezarla por el resultado, pero me parece más justo empezarla por dar las gracias. Gracias a nuestros colegas alemanes por su compañía y su cordialidad y gracias a todos los componentes del equipo español, donde, sin lugar a duda, la estrella fue Gastón: el Secretario junior.

Han sido cuatro días -para los alemanes algunos más- estupendos en lometeorológico, entretenidos y difíciles en el juego y de lujo en cuanto al alojamiento.

Para los que noconozcáis La Envía os diré, lo primero, que vayáis a jugarla en cuanto se os presente la ocasión y después que es un campo difícil, técnico y en el que la diversión está asegurada. Es de esos campos en los que tienes que usar todos los palos. El primer día, en el que jugamos para conocer el campo, nos gustó y nos enganchó porque estaba claro que a ese campo al día siguiente le íbamos a sacar algunos puntos más. Es un campo que está muy acoplado al terreno, como todos los de costa, un pequeño valle con calles en subida, en bajada y adaptándose al escaso terreno que quedaba libre, pero que jugándolo no se notaba excepto el hoyo 9 del que sí se puede decir que está metido con calzador.

Tras el primer día de conocimiento del campo y de relax, comenzaba la competición, tipo Ryder Cup, el primer día fourballs por parejas, dos alemanes contra dos españoles y la mejor bola ganaba el hoyo, y el segundo día igual, dos españoles contra dos alemanes pero en esta ocasión individual, uno contra uno. Es decir el primer día se ponían en juego siete puntos y el segundo catorce.

Tras la primera jornada España ganaba por 5 a 2. Pero esa aparente ventaja por parejas no fue tan clara el segundo día, donde los hándicaps altos hicieron valer los puntos que el campo les daba y vendieron cara la derrota o la victoria, que de todo hubo. Al final España ganó por
un apretado 11,5 a 9,5.

En resumen y como es habitual en estos encuentros internacionales unos muy agradables días de golf, de descanso y de sol.