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Crónicas

    • 15
    • 05
    • 2018
  • Los Angeles de San Rafael

    Judiones, Cochifrito y Tourmalet

por: Javier López López

El pasado viernes 11 de mayo durante la clase semanal de golf en El Olivar de la Hinojosa le recriminé a mi compañero Julián García Candáu su escasa asistencia a los torneos de la asociación. Me contesto que no había ido por dos motivos: uno, porque este mes está pasando la ITV médica y, en segundo lugar, porque el campo de Los Ángeles de San Rafael es muy complicado e intimida mucho a los jugadores amateurs como nosotros. 
El único aliciente que tiene ese campo, me aseguró, es el gastronómico. Después de pasar más de cuarto horas andando por lo agreste del terreno y maldiciendo a los dioses por la pérdida de bolas reconforta sobremanera, tras una ducha reparadora, enfrentarse en la casa club a unos espléndidos judiones de La Granja y a un magnífico cochinillo segoviano -en su versión asado o cochifrito-.


El 7 de mayo yo me llevé la peor parte del torneo. Aguanté los 18 hoyos, pero me perdí los judiones y el cochifrito. Un tema familiar me obligaba a estar en Madrid a primera hora de la tarde.


Los primeros nueve hoyos se llevan más o menos bien, aunque te vas fuera de límites en alguno de ellos. En el hoyo 4 (par 4), en el que aparece por primera vez uno de los lagos, me coloqué con el primer golpe a la derecha de la calle. Con el segundo, puse la bola en el green. Pero mi sorpresa fue que al llegar para patear, la bola no aparecía, me había ido al agua. 

Me recorrí el green y descubrí mi bola en un escalón inferior, un metro y medio por debajo, en una especie de rampa antes de llegar al lago. Pensé dar un salto para recoger la bola, pero a ciertas edades no conviene tentar a la suerte. Anduve unos 30 metros hasta la entrada del green y bajé por una pequeña rampa. Una vez recogida la bola mis compañeras de partido me tuvieron que ayudar a subir hasta el green para ahorrarme la caminata de vuelta.


La segunda vuelta empieza con un par 4 bastante largo. Tras pasar el puente sobra el río Moros, en nuestro buggy, el panorama cambia (este campo es inviable jugarlo andado). Se hace más rústico y llegan los hoyos más duros. La subida al Tourmalet en el hoyo 12 es un verdadero calvario. De las 4 o 5 veces que he jugado en este campo no he bajado de 7 u 8 golpes en la tarjeta. El hoyo 13 es llevadero con una pequeña subida en el primer golpe. El 14 fue el hoyo maldito para todos los componentes de la expedición segoviana. Ninguno de los 19 fue capaz de dejar la bola el green. El premio a la bola mas cercana en este hoyo quedo desierto. A partir de aquí los hoyos hasta el 18 (en el que conseguí el segundo par del día) fueron más llevaderos.


En cuanto a los resultados, José María Sanjurjo se llevó la clasificación hándicap con 32 puntos, seguido muy de cerca por Elena Jiménez, con 30. En la clasificación scratch se alternaron los puestos: el primero correspondió a Elena con 19 puntos seguida, a cierta distancia, por el expresidente con 13. Borja Moreno, nuestro nuevo tesorero, se llevó el premio a la bola más cercana en el hoyo 3.