por: María Jesús Santos

Dicho lo cual, no me quejo del miércoles 7. Pudo ser mejor pero visto el 8… está claro que fue bonito, con sus nubes altas, su suave viento, sus calles originalmente decoradas por líneas que se entrecruzaban como si las hubiera dibujado un grupo de humanos que aún están en la guardería. Y al acercarte comprobabas que estaban blanditas, y si las pisabas (Maty avisaba que se hundía el pié y te llenabas de barro hasta el tobillo) lo que se agradecía como aviso y a partir de ahí las sorteabas. Lo que no impide reconocer que el resto del campo tenía sus zonas de minas, digooo… embarradas, por las que ni los zapatos, ni los carros y no digamos las bolas, circulaban con comodidad.

Sin embargo, nada de eso hizo que mi juego, y pienso que el de nadie, se viera perjudicado. Apenas influyó en los driver que fallé, por la derecha y por la izquierda, que yo puesta a fallar no tengo preferencias (por lo que si algún día doy un bolazo a alguien será sin mala intención).

Tampoco al juego corto (malo) le influyeron las condiciones meteorológicas, o en el green, donde unas bolas iban muy rápidas y otras parecía que se acabaran de despertar de lo perezosas que se acercaban al hoyo, y claro así no hay quien se aclare.

Estoy viendo ya las sonrisas que os asoman y para fijarlas os diré que no todo estuvo torcido. También hubo golpes buenos, míos y de los demás, que yo como los búhos abro mucho los ojos y a derecha e izquierda veía pasar bolas raudas y veloces, de ágil vuelo y aplausos y gritos de felicitación. 

Luego ya en las cervecitas y en la comida, el ambiente agradable como siempre. Y a la llegada de los resultados pocas novedades respecto a los vencedores, los mejores, sin duda. Ahí están para los que quieran disputarles el puesto. El approach más cercano fue para Matilde Fernández Jarrín solita, ya que ninguno fuimos capaces de acercarnos a ella (lo que no se imagina es que el campo la desagraviaba por el barro en sus zapatos).

Por último dedicar unas líneas a los cambios no suficientemente aclarados de antemano, pero que marcan “jurisprudencia” en el club. La crónica la escribe el que se ubica en el número 13 de la clasificación. Yo ocupé el 14 y sin embargo aquí estoy, escribiendo. Se ha decidido que en caso de que el 13 no sea operativo, el turno, baja. Se discutió en la mesa y pese a que tuve (muchos, muchíiiiisimos) multitud de apoyos, la autoridad competente (no militar en este caso) aplicó el artículo 1, queda fijado para el presente periodo (no de sesiones).