Décimo en El Olivar y, como premio, el honor de ser cronista de la última prueba de la temporada que, para un servidor, empezó hace muchos meses cuando se publicaron los tropecientos torneos AEPJG del año y apunté de manera destacada en la agenda el del El Encín del mes de octubre, único que al disputarse en sábado, podría jugar seguro. A un mes vista, y como consecuencia de las precarias condiciones del campo, se decidió cambiar fecha y lugar. La nueva convocatoria seguía siendo beneficiosa para mi participación y la sede, El Olivar de la Hinojosa, un buen enclave. Nada más abrir el periodo de inscripción me apunté y, acto seguido, miré la aplicación eltiempo.es para conocer la previsión… y ufff, auguraba agua en un 92%. Desde entonces no paré de consultar a diario, de manera casi enfermiza, la página con la esperanza de un cambio radical, pero el día antes la previsión de agua era incluso peor, con el 97%. No lo podía creer, la ley de Murphy asomaba una vez más, varios meses de sequía con un tiempo atípico para estas fechas y el día clave, seguridad de previsión de agua. No podía ser el día antes o el de después, no, ese día, tenía que ser el sábado 4 de noviembre.
Ante tal panorama, recopilé todo mi arsenal de protección contra la lluvia, ideal para ir a pescar cangrejos al Mar de Bering, y me dirigí hacia el campo. En ese momento el cielo estaba amenazante, aunque la lluvia se hacía de rogar. Al llegar ya estaban allí muchos de los compañeros calentando y practicando el putt, recogí mi tarjeta y solicité un buggy para combatir en la medida de lo posible el aguacero previsto, pero ya no quedaba ninguno. La amable recepcionista me dijo “llegas tarde, los tienen todos los participantes del torneo de la AEPJG”. Concienciado a empujar mi carrito por los 18 hoyos del campo, y con la esperanza de un compasivo diluvio, me dirigí al Tee del hoyo 1 donde el Marshall con su teléfono en la mano y la aplicación Alarma de lluvia abierta, no paraba de vaticinar un aguacero de grandes proporciones. “Os va a caer la del pulpo, me lo dice la aplicación”. ¡Leches con la aplicación! No la había consultado en mi vida y ya me caía mal.
Mi partido era el último, jugaba con Roberto Santos Alonso, Julián García Candau y Julián Martínez Martínez. Tras realizar las preceptivas presentaciones, comenzamos a enseñar nuestras armas, el Driver. Yo utilizo uno poco corriente, un MacGregor de 10,5 grados, empleado en su día, si no me equivoco, por Greg Norman y Txema Olazabal. La sorpresa vino cuando Julián García nos mostró su peculiar MacGregor de 13,5 grados. Nunca antes había coincidido con nadie poseedor de tal armamento, y eso me llenó de buenas vibraciones que fueron desapareciendo posteriormente con el paso de los hoyos, pues mi arma secreta fallaba más que una escopeta de feria. Bueno, creo que era más culpa del francotirador que del palo. Según fuimos completando los hoyos de un campo en perfectas condiciones, el cielo se iba despejando de nubes y la amenaza de lluvia desapareció por completo, circunstancia por la cual empecé a desprenderme de mi caparazón hidrófugo y sentirme más cómodo a la hora de golpear la bola, aunque no por ello mejoré mucho mi juego, pero sí conseguí dar algunos golpes muy buenos aunque no lo suficiente como para recuperar la debacle de los hoyos jugados anteriormente. En ese momento, me acordé del Marshall y su maldita aplicación vaticinadora del diluvio universal… como vidente no tiene precio. Conseguí puntuar en todos los hoyos, pero en muchos me pasó como a mi querido Atlético de Madrid, juego deslucido y no pasé del empate (Bogey) sumando un solo punto. Con respecto al juego de mis compañeros, Roberto sufrió en la gran mayoría de los hoyos una extraña atracción de las bolas al interior de los bunkers y pudimos disfrutar mucho con el master ofrecido para sacarlas de tan diabólicas trampas. Julián Martínez nos dejó solos ante los últimos nueve hoyos, dos ojos menos para buscar bolas, mientras Julián García se abonaba a una racha continuada de siete golpes por hoyo, merecedora del premio a la regularidad.
Mi paso por el torneo terminó sin pena ni gloria aunque dentro del top ten. La temporada ha finalizado y espero con impaciente ilusión que el calendario de la próxima traiga algún torneo más en fin de semana. Enhorabuena a los ganadores de las distintas categorías y muchas gracias a todos los miembros directivos de la asociación por su encomiable dedicación.
Clasificaciones Temporada:
Scratch
1.- Carlos Alcaraz 2.- Crescencio Argueso 3.- Antonio Serrano
Hándicap
1.- Pepe Sanjurjo 2.- Javier Hernández 3.- Pepe Beaumont
Ganador Put Express
Miguel Carnero
Placa Hoyo en uno
Javier G. Zúmel
Clasificaciones Torneo Final de Temporada.
Ganador
José Ignacio Tamargo
Drive más largo
Tony Tomas
Bola más cercana
María Jesús Santos
P.D.: El resto de las fotos en los próximos días. Estáis todos.