por: Fco. Javier Hernández
Cada día me gusta más jugar al golf y si el partido es compartido con buenos amigos, todavía más. Al final se crea un clima de competición/compañerismo en el que no sólo se disfruta de los buenos golpes propios, sino también de los de nuestros compañeros.
El pasado lunes tuve la suerte de jugar con Borja y Carlos. El partido lo empezamos los tres entonados, pero pronto nos dimos cuenta que era el día de Carlos. Dos puntos, + dos puntos, + tres puntos, + tres puntos… y Borja y yo más pendientes de los golpes de Carlos que de los nuestros. Terminó la primera vuelta con 21 puntos y el inicio de la segunda al mismo ritmo… al final algún puntito perdido, para sumar 42 puntazos. Felicitaciones, cuatro puntos menos de hándicap y nosotros seguros de que ya teníamos al ganador.
Pero esto es golf. Tú puedes tener el gran día (Carlos), pero llega Paco Justicia driveando a 250 metros y jugando de ensueño y se marca un 43. Paco ha pasado su travesía del desierto, pero ya le tenemos aquí dejando claro que el que tuvo retuvo.
Detrás de los que rompieron el campo, Paco y Carlos, un amplío grupo de treintaitantos capitaneados por los 37 puntos del Presi Sanjurjo y un servidor con los “malditos” 33 que daban el décimo lugar y crónica al canto.
Buen día de golf, campo en perfectas condiciones, cervecita fresca, un buen número de jugadores y un abandono, Nicole Herzog, que pese a su buena voluntad no pudo aguantar los dolores en las costillas de una reciente caída. Esperamos que mejore pronto y que podamos disfrutar de su compañía en próximos torneos.
Y ya preparándonos para el Torneo de Layos. De momento no somos muchos, así que os animo a jugar en ese gran campo y degustar su buen cocidito. Como el Presi estará ausente, yo me encargaré de la confección de los partidos. Cualquier petición, menos el tema de los buggys que cada uno debe reservar directamente, me lo podéis solicitar en el correo [email protected]
Un abrazo para todos y a seguir disfrutando del golf con nuestros golpes o con los de nuestros compañeros.
P.D.: La foto en la que se ve a dos “individuos” aliviándose, sin penalidad, nos demuestra que aunque la modalidad sea individual, siempre hay un momento para jugar en pareja.
